Retablo de San Juan Nepomuceno
Realizado en la segunda mitad del siglo XVIII, el altar dedicado a san Juan Nepomuceno está destinado a reforzar varias de las ideas defendidas por la iglesia contrarreformista, como son la importancia del sacramento de la confesión, de la penitencia y de la conversión de vida. Estas ideas vienen apoyadas en el programa iconográfico que presenta el propio altar, que está formado por cinco lienzos, todos ellos atribuidos a Agustín Espinosa, pintor mallorquín afincado en Alicante durante el siglo XVIII.
El santo está representado en un interior siguiendo los elementos propios de su iconografía tradicional, apareciendo en pie, revestido de canónigo con bonete, sotana, sobrepelliz blanco y muceta de armiño y contemplando entre sus manos un crucifijo.