El día 6 de diciembre, celebramos la festividad de San Nicolás, patrón de la ciudad de Alicante.  Nuestro patrón, que  nació en el año 270 de nuestra era ,  es para muchos, no solo en nuestra ciudad, un gran desconocido de más de 17 siglos de antigüedad y seguramente les parecera un santo  poco » actual» y algo aburrido, teniendo en cuenta su edad.

Nada más lejos de la realidad, estamos ante uno de los santos más venerados de la Cristinadad y posiblemente el que a más medios de comunicación y campañas publicitarias haya acaparado de la historia.

Desde este articulo, se pretende dar a conocer la «curiosa» historia que relaciona a un joven y santo obispo de hace 17 siglos, con uno de los productos más publicitados del planeta, la Coca Cola.

LA FASCINANTE METAMORFOSIS DE SAN NICOLAS EN PAPA NOEL

Todos los niños sueñan con el bonachón Santa Claus que, en su trineo volador, sobrevuela las ciudades en Nochebuena, llevando regalos que depositará en el arbolito de Navidad, en una hermosa leyenda forjada en siglos y que se basa en la vida y milagros de San Nicolás.

 

En la fascinante metamorfosis del santo en el modernísimo Papá Noel, muchos desconocen que en 1863, adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón, con la que más se le conoce, y que la asociación de su creación con una propaganda de la Coca Cola es solo un mito urbano.

  • San Nicolás

La fama de San Nicolás ( 270-345), como el religioso que llevaba regalos a los niños pobres, con su indumentaria roja y blanca, se propagó en la Europa cristiana antes de su muerte, cuando era Obispo en la ciudad de Mira, en Licia, Asia Menor.

La leyenda lo convirtió en protector de los niños y adolescentes, atribuyéndole la resurrección milagrosa de tres muchachos asesinados, El día de su muerte, 6 de diciembre, se conmemora en honor a Santa Claus (contracción de Sanctus Nicolaus).

Desde esa época se tejió la leyenda de que el obispo oriental cabalgaba milagrosamente sobre los tejados, en un mágico corcel gris, para llevar regalos a los niños y a los hombres de buena voluntad.

El cuerpo de San Nicolás permaneció enterrado en la catedral de Myra por más de siete siglos , hasta que en 1087, con la invasión de los sarracenos a Turquía , los sacerdotes trasladaron a la ciudad portuaria de Bari, Italia.

En el siglo XI, sus restos fueron robados por comerciantes italianos, aunque dejaron un pedazo de cráneo y la mandíbula, reliquias, a las que se les atribuye el don de hacer milagros.

  • Polémica y culto

El culto a San Nicolás en las fiestas navideñas desató debates teológicos que el pueblo dejó de lado, para venerar al bondadoso santo de barba blanca que esperaban los niños ilusionados en Nochebuena.

Durante la Reforma, los protestantes luteranos rechazan el papel de los santos y sustituyen al buen San Nicolás por el niño Jesús (en alemán Christkind).

Lejos de aminorar la fama de San Nicolás, en los Países Bajos San Nicolás se convierte en Sinter Klaas, con lo que empieza a difundirse en todo el mundo católico.

En estas marchas y contramarchas por la celebración de la Navidad, en el siglo XVIII, un rey alemán inicia un proceso de secularización de personaje, al sustituir los símbolos cristianos por los antiguos símbolos de la tradición alemana.

Esto provoca la nueva asociación del reconvertido Santa Claus a los mitos de las hadas, los elfos o duendes y el árbol de Navidad, un abeto decorado con regalos.

Igualmente existían otras tradiciones, como la de los niños italianos que recibían regalos de un “hada” llamada Befana.

En España era un tronco “mágico” el que expulsa los regalos y dulces tras golpearlo con unas varas de madera y entonar diferentes canciones tradicionales.

En los pueblos de algunos valles vascos y navarros, los regalos los traía el carbonero Olentzero y también duendes de barba blanca, botas altas y gorro de armiño.

Con el tiempo y con los prodigios conocidos de San Nicolás, éste fue remplazando a los personajes paganos.

  • En Estados Unidos

En 1624 se fundó la villa holandesa de Nueva Amsterdam. El primer gobernador de la colonia, Peter Minuit, compró la isla de Manhattan a una tribu india en 1626, a cambio de collares y mercancías valorados en 60 florines, aproximadamente 24 dólares en la actualidad.

Y como era de esperarse, llevaron sus tradiciones, entre ellas la de Santa Claus.

En 1664, barcos Ingleses capturaron Nueva Amsterdam, y la rebautizaron como Nueva York en honor del Duque de York.

Después de la guerra de la Independencia, los “neoyorkinos” empiezan a recordar sus raíces y el holandés Sinter – Klaas (Santa Claus) reaparece en la literatura y en dibujos como un hombre viejo con la barba blanca que lleva una chaqueta con capucha.

  • El trineo volador

En 1809 el escritor , escribió una sátira, “Historia de Nueva York”, en la que deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la pronunciación angloparlante de Santa Claus, con lo que la fama del personaje empezó a difundirse en los demás estados de la Unión.

«El Santa Claus de Washington Irving. Muy similar a San Nicolás»

El 23 de diciembre de 1822, el pastor religioso Clement Clarke Moore publica un poema titulado “Una visita de San Nicolás”, en el que se describe a San Nicolás como un duende amigable, sonriente y gordo, que reparte regalos por las casas y que viaja en un trineo mágico.

 «El Santa Claus de Clement Clarke Moore. Comenzaba a tomar forma a como lo conocemos en la actualidad, aunque parecía un gnomo»

El trineo era conducido por nueve renos llamados Rudolph, Ardiente, Bailarín, Secundino, Vixen, Cometa, Cupido, Donder y Blitzen.

En realidad, con este poema se completa la primera metamorfosis de San Nicolás en el legendario Santa Claus. Fue publicado por el Journal Sentinel de Nueva York el 23 de diciembre de 1823, con tal éxito que fue reproducido después por varios periódicos de EE.UU. y traducido a varios idiomas y redistribuido por todo el mundo.

En 1850, el genial Charles Dickens publicó “Libros de Navidad”, libro donde se habla también de los regalos a los niños y se menciona la leyenda de Papá Noel.

Thomas Nast, un ilustrador del periódico neoyorkino Harper’s, hizo cientos de dibujos sobre todos los aspectos de la vida y leyenda de Santa Claus y le dio sus principales características visuales: anciano holandés, cubierto con pieles, cinturón ancho.

  • Coca Cola rediseña a Papa Noel y se queda al personaje

 

El Santa Claus de Thomas Nast, fundamento de la creación de la imágen actual.

 

Como ya vimos a lo largo del tiempo, Santa Claus fue representado de distintas formas, con diferentes tamaños, atuendos y expresiones, pero siempre manteniendo la obra hecha por San Nicolás. Como era de esperarse los estadounidenses no quisieron quedarse a menos, y decidieron rediseñar nuevamente a “Santa” a fines del Siglo XIX y principios del XX.

En 1862 el dibujante Thomas Nast realizó su primera ilustración de Santa Claus en pleno descenso por una chimenea hogareña para dejar sus regalos. En ese entonces se mantenía su fisionomía de duende. Dibujo tras dibujo, Nast decidió darle una estatura normal, una gran panza, y destacar sus bigotes y barba blanca. Para darle color, con la llegada de la cromolitografía, sus rojas fueron coloreadas de un rojo brillante.

 

En la Navidad de 1930, en plena Gran Depresión Económica estadounidense, la marca de gaseosas Coca-Cola impulsó una campaña gráfica donde se veía a Santa Claus, con los rasgos de los dibujos de Nast, en un centro comercial escuchando y tomando nota de los pedidos de los niños para que les regale el 25 de Diciembre. Aunque fue un éxito, la empresa decidió tocar nuevamente el personaje, en base al de Nast, y se lo encomendaron al pintor Habdon Sundblom, de Chicago. Este personaje ahora era un poco más alto que el ser humano promedio, expresión alegre y bondadosa a cada momento, ojos amables, y vestido de color rojos y con ribetes blancos.

El personaje se reestreno en 1931 y fue todo un éxito de aceptación. Los dibujos de Santa Claus que Sundblom pintó (retocando también la imágen) entre 1931 y 1966 fueron reproducidos de distintas formas en todas las campañas navideñas de Coca-Cola. Sí, el Santa Claus que se generó al final es el que conocemos en la actualidad, y desde ya no llama mucho la atención que los colores blancos y rojos predominen en su vestimenta porque son los colores de la marca de gaseosas más importante del mundo.